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El manejo actual del agua en México contradice la postura oficial respectiva. Para mostrar algunos ejemplos, se analizaron los distintos usos del agua y el suelo en la cuenca La Antigua (2,326.43 Km2) en Veracruz, describiéndola como un estudio de caso. La precipitación anual estimada es abundante, su uso es continuo en las tierras de la región, y aún se considera que existen problemas de abastecimiento de agua. Los objetivos de este análisis fueron: Identificar la consistencia entre las formas actuales de uso del agua y algunas nociones básicas de lógica económica; examinar si existe escasez de agua con base en las expectativas de los usuarios; y mostrar que las inquietudes sobre los temas del agua se pueden enfrentar mejor al introducir el concepto de corresponsabilidad en su manejo usualmente tecnológico. Se analizaron los inventarios hidrológicos de la cuenca y se identificaron en ella unidades de paisaje, para relacionar su condición ecológica con la presencia y los usos del agua. Se creó un modelo descriptivo de las formas de uso del agua; y se asignó al uso y la condición de las tierras una escala de compatibilidad con presencia y calidad de agua, considerando cada opción de uso como un servicio distinto. El análisis mostró inconsistencias en el acuerdo general, compartido por administradores y habitantes, de que el agua es valiosa y escasa. Los actos y el comportamiento públicos con respecto al uso del agua y el territorio, corresponden a recursos abundantes, de bajo costo y sin externalidades significativas. El caso descrito muestra ejemplos administrativamente funcionales porque responden a sólo un fragmento del total del agua existente: El agua corriente que se mueve por la cuenca en redes artificiales a través de sistemas sociales, y es así modificada por procesos culturales. Este escenario de manejo es útil para señalar que las políticas y las soluciones tecnológicas vigentes son incompletas, pues pretender aliviar la escasez del agua como un concepto generalizado, mientras que el análisis en la cuenca muestra que sólo unos pocos productos del agua podrían resultar escasos, y que aquellos que no lo son, requieren manejo para volver a los cauces sin representar riesgos. Ya que el agua tiene muchas distintas presentaciones, funciones y potenciales de valoración, resulta improbable considerarla en su totalidad escasa. Sería más productivo emprender una nueva forma de apreciación de los asuntos del agua, además de la administración hidráulica, que contextualice socialmente los problemas, los usuarios y sus circunstancias locales compartidas. La corresponsabilidad de los actores sociales no cambiará la hidrología de las cuencas, pero sí podría mejorar la comprensión de los hechos del agua, y apoyar en la solución de las principales inquietudes públicas. El principio de corresponsabilidad contribuiría a la comprensión de la naturaleza del agua como un activo natural del cual no somos propietarios, sino depositarios y usuarios comunes. En esta lógica del manejo de los recursos globales de acceso común, las características, formas de uso, conservación, apropiación y mantenimiento del agua pueden definirse mejor a partir de los usuarios, sus percepciones y sus expectativas. _______________ LAND-WATER STEWARDSHIP THROUGH WATER USES-AND-RISKS ANALYSIS IN LA ANTIGUA WATERSHED, VERACRUZ, MEXICO. ABSTRACT: Some water management facts in Mexico contradict government statements on the matter. In order to show some examples, land and water uses were analyzed in La Antigua river basin (2,326.43 Km2, central Veracruz), describing it as a case-study. Although annual precipitation over the watershed is abundant and water is used permanently in the whole basin´s territory, it is still perceived that there are problems in water supply. The objectives of this analysis were: 1) to identify consistency in the forms of water use regarding some basic economic principles; 2) to examine if water is a scarce resource based on people expectations; and 3) to show that most concerns about water issues might be better solved by introducing co-responsibility as a managerial concept complementary to standard methodologies in watershed management. La Antigua’s hydrological budgets were analyzed, and landscape units were identified to relate them to water and its uses. A model to describe different forms in water use was created, assigning a compatibility scale to land use and condition, which relate them to water occurrence and quality. Every option in water use was then considered as a different service. This analysis showed some inconsistencies in the public agreement shared by the government about water as a valuable and scarce resource. Public acts and behaviour, regarding land and water uses and management, were much more consistent with plentiful resources, low costs, and no significant externalities. La Antigua case-study shows some functional management examples that respond to just one fraction of raw water: fresh water moving along the watershed through social systems via an artificial network, and thus, affected by cultural processes. This managerial scenario is useful to explain that water policies and technological solutions are incomplete, since they are oriented to alleviate water scarcity as a general concept, whereas this analysis shows that only some services of water might be scarce. And, for the others non limiting uses, water needs proper management before returning to courses in order to avoid risks. Water presents so many different options, functions and valuations, that it turns unlikely to be scarce considering it as a whole. It would be better to promote, along with standard hydrologic solutions, a fresh perspective on water issues. One re-oriented to address to water problems placing them into social context, identifying local users and their shared circumstances. Watersheds hydrology is not going to be changed just by stakeholders' co-responsibility, but it might support a more comprehensive understanding of water facts and also, it might help to offer solutions to public major concerns. Co-responsibility should contribute to acknowledge that water is a socially shared natural asset, not as a property but as a valuable common good. Water forms, availability, uses, conservation, disposition and maintenance might be better defined in the revised context of Commons paradigm, that is, as related to users, their perceptions and expectations.
