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There is a well defined policy requirement for a practical and reproducible procedure for surveillance and monitoring of habitats in Spain that can subsequently be fitted into a European framework. Any such procedure also needs to incorporate records of the Spanish habitat classification. A procedure is described that will satisfy those requirements and has been field tested both in Spain and in Europe. Rigorous rules and training are required; otherwise changes from baseline records cannot reliably be separated from background noise. The procedure uses the classical plant life forms long used in biogeography and is based on their statistical relationship with the environment. This relationship has been validated statistically and the procedure has also been tested in the field in all European environmental zones and widely in Spain. 130 General Habitat Categories are defined and these are enhanced in the field by recording environmental, site and management qualities to produce a flexible database that can then be interrogated. The rules for mapping the habitats mean that they can be used for descriptive purposes or for monitoring. In conjunction with stratification and subsequent sampling, national estimates of stock and change can then be produced. Finally, based on the previous experience of SISPARES, a methodological scheme is proposed for adapting the approach to Spain. The proposal will allow links to be made between European scale surveillance and monitoring to those already obtained for Spain.
Existen en España políticas bien definidas que demandan procedimientos prácticos y reproducibles para llevar a cabo la supervisión y seguimiento de los hábitats, de modo que subsecuentemente puedan ajustarse al marco Europeo. Cualquier procedimiento de estas características necesita poder incorporar datos registrados de la clasificación española de hábitats. Aquí se describe un procedimiento que satisface dichos requisitos y que ha sido probado tanto en España como en el resto de Europa. El método exige reglas rigurosas y entrenamiento de campo; si no los cambios en los registros básicos no se podrán separar de manera fiable de los errores subjetivos cometidos durante la toma de datos. El procedimiento utiliza las clásicas formas de vida, ampliamente utilizadas en estudios biogeográficos y está basado en sus relaciones con el medio ambiente. Esta relación ha sido validada estadísticamente y el procedimiento ha sido probado en el campo en todas las zonas ambientales de Europa. En España, se han definido 130 Categorías Generales de Hábitats y se han verificado en el campo mediante el registro de atributos ambientales, estacionales y de manejo, de forma que puedan ser incluidas en una base de datos suficientemente flexible. Las directrices para la cartografía de hábitats posibilitan su uso descriptivo y permiten su seguimiento. Al mismo tiempo, con la estratificación y subsecuente muestreo, es posible hacer estimaciones nacionales de existencias y de cambios.
