Finer agregó que el avance de la deforestación por la agricultura y la ganadería en la selva central y otras zonas amazónicas no es un hallazgo nuevo. Ya en un reporte pasado, que sintetizó cincuenta reportes MAAP publicados entre abril de 2015 y noviembre de 2016, se detectaron patrones de deforestación similares en las regiones de Huánuco, Ucayali, Madre de Dios y San Martín. Incluso en dos áreas protegidas: la Reserva Comunal El Sira, ubicada entre las regiones de Ucayali, Huánuco y Pasco; y la Reserva Nacional Tambopata, localizada en Madre de Dios.
Además, en el mismo reporte pasado publicado en febrero de 2017, que reúne las cifras de deforestación entre el 2001 y el 2015, se precisa que el Perú perdió alrededor de un millón ochocientas mil hectáreas de bosque por las mismas causas: agricultura y ganadería.
Finer explicó a Mongabay Latam que se usó como metodología de análisis la escala de Kernel, la cual “calcula la magnitud por unidad de área de un fenómeno particular, en este caso, la pérdida de bosques”, detalló el investigador.
Áreas protegidas en peligro
La región de Madre de Dios, sin embargo, es la que se lleva el primer lugar en deforestación en lo que va del año, según el reporte 65 de MAAP. Es la zona que concentra el nivel más alto de pérdida de bosques con 490 hectáreas, pese a que se trata de un área vecina a la Reserva Nacional de Tambopata. La minería de oro es la causante de la deforestación en dicha zona.
Finer afirmó que si bien, a inicios de julio, la policía peruana realizó un megaoperativo para detener la minería ilegal, esta medida no ha sido suficiente. “Hemos confirmado que aún se mantiene la presencia de campamentos mineros”, sostuvo.
Pero Tambopata no es la única área protegida amenazada. El mismo escenario se repite en la región de San Martín, donde se han perdido 56 hectáreas de bosque en una zona vecina al Parque Nacional Cordillera Azul. El avance de la frontera agrícola es también uno de los drivers de deforestación.
Zona de frontera
De acuerdo a la información presentada por MAAP, en el caso de la zona fronteriza con Colombia, la actividad agrícola y los cultivos ilícitos de coca para el narcotráfico son las responsables de la desaparición de 158 hectáreas de bosques.
“La información sobre los cultivos ilícitos de coca están basados en los datos presentados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés) y la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA)”, explicó Matt Finer.
En menor medida, existen causas naturales que han producido la deforestación de bosques y el reporte se refiere a los vientos huracanados. Estos son responsables de la pérdida de 400 hectáreas en Madre de Dios, según MAAP. “Es una razón natural, pero aún estamos estudiando más este tema porque no sabemos si el cambio climático tiene que ver con ello”, informó Finer.