El maíz es un cultivo comercial clave a nivel mundial, que se produce en todos los continentes excepto en la Antártida. Como cultivo flexible, tiene múltiples usos, entre ellos el consumo humano directo, como ingrediente para la alimentación animal, como componente clave en los alimentos procesados o en la producción de etanol. Según cifras de FAOSTAT, la producción mundial aumentó de 0,2 a 1,2 mil millones de toneladas entre 1961 y 2020.
En Tailandia, el maíz es el ingrediente principal y suele representar entre el 55 y el 65% de la alimentación animal. El maíz también es popular entre los agricultores del sudeste asiático, ya que se considera un cultivo fácil de manejar. Esto permite una estrategia de subsistencia diversificada que incluye actividades no agrícolas.
Este artículo analiza el aumento de la producción de maíz en Tailandia y sus alrededores, y su relación con la cadena de valor avícola como ingrediente de los piensos. Al trazar la cadena de valor, el relato pretende mostrar cómo los sistemas locales de uso de la tierra se interrelacionan con las cadenas mundiales de productos básicos, utilizando una perspectiva medioambiental.